El proceso para construirla es sencillo. No tenemos más conseguir una caja (de zapatos, cerillas, una lata...), recortar una ventana en uno de los laterales y pintar el interior completamente de negro para impedir que la luz rebote.
Entonces, con un alfiler, haremos un pequeño y limpio orificio en una chapa de aluminio, y la pegamos con cinta adhesiva a la ventana, asegurándonos bien de que no se cuele la luz. Ese será nuestro objetivo, ahora debemos añadir un obturador para abrirlo y cerrarlo al exponer.
Una vez terminada, sólo queda cargarla (por supuesto, a oscuras) con papel fotográfico o, en este caso, película, que colocaremos en la pared interior opuesta al objetivo, bien con un soporte, un poco de cinta o sencillamente con un par de clips.
Por último buscaremos el sitio adecuado, ajustaremos la dirección y el encuadre que nos convenga y expondremos abriendo el obturador, teniendo en cuenta que pueden ser varios minutos. Lo cerramos de nuevo y a revelar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario